Durante la inauguración de las sesiones legislativas del Concejo Deliberante, el intendente de Alta Gracia Mario Bonfigli, dedicó un pasaje de su discurso a la obra de la Plaza Solares, resaltando que con ella “se le ganó al capricho de algunos”.
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Fuente: Resumen, jueves 3 de marzo de 2011.
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Es lamentable que el intendente se refiera en esos términos al trabajo profesional desarrollado por un grupo de vecinos, que se interesaron en los valores patrimoniales y la calidad de diseño de la plaza.
En un desborde de soberbia retórica, poco digna de un político contemporizador, no solo es incapaz de reconocer el gran error que habría sido darle curso al proyecto original, (no consensuado pero trazado bajo las directrices de funcionarios y allegados sin especialización) sino que además, apela al vil recurso de invertir el enfoque alternativo, minimizándolo y rotulándolo.
El mediocre proyecto que se construyó sin haber resuelto varios problemas: estacionamientos, tránsito, neutralización de visuales negativas, desniveles perimetrales del casco jesuítico, integración del espacio verde contiguo al cementerio, referencias histórico-simbólicas, (perdiéndose la oportunidad de contar con una propuesta salida de un concurso), no renunció a una inapropiada materialización en pórfido patagónico que por si fuera poco, violó el texto vigente de la ordenanza 4518.
Por lo tanto, cabe preguntarse, en quiénes realmente se manifestó el capricho o por el capricho de quiénes, la actual gestión municipal es incapaz de concluir obras tan simples como un puente sobre el arroyo o de tener una política de planificación urbana inteligente.
El mediocre proyecto que se construyó sin haber resuelto varios problemas: estacionamientos, tránsito, neutralización de visuales negativas, desniveles perimetrales del casco jesuítico, integración del espacio verde contiguo al cementerio, referencias histórico-simbólicas, (perdiéndose la oportunidad de contar con una propuesta salida de un concurso), no renunció a una inapropiada materialización en pórfido patagónico que por si fuera poco, violó el texto vigente de la ordenanza 4518.
Por lo tanto, cabe preguntarse, en quiénes realmente se manifestó el capricho o por el capricho de quiénes, la actual gestión municipal es incapaz de concluir obras tan simples como un puente sobre el arroyo o de tener una política de planificación urbana inteligente.
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