lunes, 15 de febrero de 2010

DEFENSAS 1

.
En La Voz del Interior del día 2 de febrero de 2010, se publicó el magnífico resultado de una acción emprendida por vecinos y ex empleados de la Cervecería Córdoba, que impidieron que se perpetuara otro atentado contra el patrimonio urbano-arquitectónico de la ciudad capital:
.
.
Si bien el peligro de derrumbe es real, la desidia no debería ser el argumento para que tanto desarrollistas como funcionarios municipales, (apenas unas sombras circunstanciales en el devenir histórico de la ciudad), tomen decisiones con tanta liviandad. Los edificios de valor patrimonial, suelen estar afectados por múltiples problemas de tipo estructural para los que es posible encontrar una alternativa de consolidación, sin llegar a la solución extrema de una implosión.
Sucede que la demolición es el primer objetivo de los especuladores, a quienes solo interesa el máximo beneficio a obtener de una parcela de tierra en horizontal y vertical, sin incorporar la dimensión patrimonial como un valor agregado al proyecto. Este tipo de emprendimientos, aunque luego lo promocionen con artificio, lejos están de añadir calidad habitacional al paisaje urbano.
.
Lo sucedido con la chimenea de la Cervecería Córdoba, se asimila a nuestra experiencia con Plaza Solares, a la necesidad de los vecinos por conservar la memoria en sus escenarios, al riesgo que los emprendimientos de gran porte suponen para la escala humana de los entornos históricos. Una advertencia para nuestra ciudad, que día a día si no despierta con los rumores de alguna nueva construcción ofensiva, se la lleva por delante gracias a las naturalizadas excepciones a la normativa vigente, que las autoridades nunca dejan de conceder.
.
Actualización: Lamentablemente, el atropello inmobiliario avalado por las autoridades municipales se dio el gusto de destruir uno de los últimos símbolos industriales de la ciudad de Córdoba, el día jueves 15 de abril a las 13:17, ante la resistencia y el dolor de numerosos vecinos y ex empleados de la cervecería.
.
.

No hay comentarios: