MEMORIAS 8

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Si el juicio valorativo sobre lo patrimonial, se limita a la calidad técnica y estética de la obra aislada, entendida como tal aquella que representa con excelencia un saber académico, entonces solo tendrán posibilidad de conformar el acervo histórico del paisaje urbano las sedes institucionales y las residencias de las clases más acomodadas...
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En esta antigua foto de la Plaza Solares, pueden identificarse los edificios que sobrevivieron al destructivo afán modernizador y nos llenan de sorpresa, aquellos que por su modestia fueron derribados para satisfacer los efímeros intereses de unos pocos:
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Pero aún en la humildad de su diseño y construcción, esas casas y comercios erigidos por el saber inmigrante, guardaban una sutil correspondencia con sus vecinos de estirpe, incluso con la estancia jesuítica, integrando una armónica unidad.
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Hoy, un galpón pretensado interrumpe la continuidad de la Casa de la Cultura y la Escuela Manuel Solares, un nefasto toldo de lata apenas disimula la torpeza horizontal del local gastronómico que suplantó una casona, la inexpresiva ampliación del Banco Provincia nos privó para siempre de una bellísima recova con balaustres y tres edificios en propiedad horizontal fragmentaron la escalonada linea de ascenso de las cornisas molduradas sobre la vereda de la Municipalidad.
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Pero el proceso de desintegración del entorno de la Plaza Solares, no se ha detenido y por estos días es posible ver tras las fachadas italianizantes o sobre las medianeras de más de cien años, los insaciables colmillos del hormigón y el acero desgarrando para siempre, la identidad histórica de nuestro corazón urbano.
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Las excepciones y la libre interpretación
de los vacíos normativos,
destruyen y vulgarizan nuestro patrimonio.

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