sábado, 30 de abril de 2011

REPERCUSIONES 12

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Fuente: Resumen, jueves 28 de abril 2011.
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4 comentarios:

javier dijo...

Queda feo decir: se lo dijimos!!..pero negocios son negocios, respondieron. Negocio es el que hizo ahora la ciudad con la colocación del pórfido según una técnica, a mi entender novedosa y no del todo probada, que como hemos podido apreciar no garantiza la permanencia de las piezas del solado en su lugar: se levantan constantemente y andan todos los dias operarios volviéndolas a colocar!!. cuando finalice el periodo de garantia de la obra y los obreros de la empresa contratista no estén, ¿se quedaran quietas las dichosas piedras? o ¿creara el municipio una "CUADRILLA PERMANENTE DE REPOSICIÓN PORFIDA" a costa nuestra?, ¿cuanto costara el mantenimiento del caprichoso piso, a todas luces con vocación alada?, Se me ocurre que la causa de todos estos movimientos no sea ni la mala colocación, ni el ansia de transitar patrimoniales recorridos,sino tal vez, una irrefrenable vocación petrea por las barricadas.

Walterio dijo...

Javier: Para el político mediocre, los compromisos comerciales son más importantes que los informes técnicos.
Lo que quede de la plaza de aquí a un par de años serán los restos de un capricho que a la ciudad le costará mucho dinero reparar.

Anónimo dijo...

posible que se siga viendo el piojo y se pierda de vista el caballo? Pero el Hotel y el edificio en el Tajamar posible que lo hayan construido segun los reglamentos que protegen los bienes culturales y ambientales?.
Si no estan en regla deberian tirarlos abajo como se hace en todo el mundo.

Vecinos: dijo...

Los edificios en altura son un desatino urbano para nuestra ciudad. No solo destruyen la continuidad de un paisaje caracterizado por una sucesión de casas bajas, sino que además introduce un modo de vida ajeno que pone en conflicto la intimidad de los vecinos que circundan estas tipologías. Pero si estos dos ejemplos fueron erigidos en tiempos de una absoluta falta de conciencia patrimonial, lo que resulta escandaloso es que la experiencia siga repitiéndose con una marcada tendencia a su consolidación, violando las normativas sancionadas y con la complicidad de la excepción otorgada por el Concejo Deliberante que ha demostrado en las últimas gestiones el menor interés por conservar el paisaje urbano entendiendo que como conjunto es el principal recurso turístico que tiene Alta Gracia. Lamentablemente, ya se han producido daños irreversibles.