domingo, 20 de mayo de 2012

EXPERIENCIAS 5


La creación de una Secretaría de Patrimonio y Recuperación Urbana, pareció ser una señal positiva sobre el valor que la presente gestión municipal le estaba dando a uno de los recursos más importantes que tiene nuestra ciudad: el paisaje cultural.

Sin embargo, las funciones de tan interesante cargo recalaron en un personaje promovido por “La Comisión del Patrimonio”, el Profesor Miguel Subirá, que como recordarán quienes siguen éste blog, más de una vez dedicó textos críticos contra las acciones emprendidas por los Vecinos Autoconvocados, sin conocerlas al detalle y en un momento en que el polémico proyecto original ya había sido descartado ante la sólida fundamentación presentada.

Sus primeras declaraciones ante los medios, consistieron en ponerle un límite preciso a su gestión: el Patrimonio Jesuítico, dejando a la deriva el rico legado arquitectónico del resto de la ciudad. Pero a pesar de tan específico compromiso asumido, su mediación en el escándalo motivado por la restauración de la iglesia, fue inexistente y ante la inminente construcción de la sucursal del Banco Nación, su posición fue la de alentar las obras antes que hacer cumplir las actuaciones que la normativa tiene prevista para el Área de Primer Orden.

Interpelado ante la necesidad de realizar las prospecciones arqueológicas exigidas, se limitó a responder de manera ofensiva en una nueva polémica que tuvo lugar en la página de Diario Tortuga

Por ese mismo medio, el pasado miércoles 9 de mayo podía leerse la siguiente noticia:


Mientras que el jueves 10 de mayo, así la titulaba Resumen

El irascible profesor pasó sin pena ni gloria, por una secretaría que por su novedad, debería haber fundado un buen precedente en la gestión patrimonial, en una provincia que no va más allá de lo discursivo en el tema.
Podría haber reactivado el Nodo de Gestión del Patrimonio, para la elaboración del Plan de Gestión de Sitio, revisar el Inventario Patrimonial Municipal, impulsar su digitalización, realizar un diagnóstico sobre cuál es el estado en que se encuentran los bienes que lo conforman, evaluar cuán negativas han sido las excepciones otorgadas por el Concejo Deliberante desde la sanción de la Ordenanza 4518, para remediar los problemas surgidos a partir de ellas, encarar un programa específico de seguimiento y control de obras, articulado con Obras Privadas.
Como docente podría haber organizado algún curso de capacitación interna para los agentes municipales y otro destinado a los profesionales… 
Pero como diría Sumario, el viernes 11 de mayo: 



Por el bien del legado urbano-arquitectónico de Alta Gracia, esperemos que la secretaría se conserve y sea llevada adelante por un profesional capacitado con ganas de jerarquizar el patrimonio local.

2 comentarios:

SOLE dijo...

"Crónica de una muerte anunciada".

Alejandro dijo...

Antes de renunciar tendría que haber presentado un informe sobre su gestión.