martes, 14 de julio de 2009

REVISIONES 1

La materialización de un proyecto urbano-arquitectónico, plantea una variable poco abordada en el proceso de diseño: la evaluación.
Retroalimentarse de los efectos y consecuencias resultantes de las decisiones tomadas en una intervención, enriquece las acciones de los proyectistas, que en el futuro podrán evitar cometer los mismos errores o reiterar fórmulas exitosas.
En esta etapa, el análisis de antecedentes propios o ajenos es de gran importancia para la búsqueda de soluciones acertadas y como podrá verse en una reciente experiencia cordobesa, la lección dada por el pórfido aplicado en calle Rivadavia, entre San Jerónimo y 25 de mayo, fue aprendida.
.
Para la sistematización de calle Independencia entre 27 de abril y Caseros, se procedió a mantener un equilibrio entre los componentes tipológicos de la calle (acera y calzada) y su materialización. El pórfido en este caso se limitó a cubrir algunos espacios peatonales, invadiendo la calzada apenas en los cruces significativos (portales de acceso), se respetaron los cordones de vereda y la nivelación total de la calle se hizo coincidente con las superficies unificadas por el mismo material, donde fue preciso colocar bolardos para incorporar un límite virtual.
.
En lugar de pórfido, la calzada fue resuelta con adoquines de hormigón, un material mucho más económico, de mejor mantenimiento y con una “textura urbana” más acorde para el tránsito vehicular. Este mismo material, a veces toma la acera sin que su conjunción con el pórfido sea disonante, por el contrario, le otorga una variedad visual y táctil que enriquece el paisaje urbano, al interrumpir la uniformidad monótona de la roca patagónica.
.
Quizás el aspecto de los bolardos resulte un tanto discordante con las formas barroco-coloniales, tal vez el uso del pórfido, (caído el argumento de su buena adaptación al tránsito vehicular continuo), resulte caprichoso y descontextualizado para Córdoba, probablemente la intervención no haya considerado la posibilidad de neutralizar con vegetación las visuales de ciertas medianeras que rodean a los bienes patrimoniales, lo cierto es que más allá de sus falencias, denota una preocupación genuina por el DISEÑO, una deuda que el “Proyecto de Unificación Espacial y Puesta en Valor del Conjunto Jesuítico Alta Gracia", todavía no ha sido capaz de saldar, a pesar de que a partir de nuestras observaciones y críticas, ahora respete los elementos estructurantes que le dan identidad a la Plaza Solares.
.
Walter H. Villarreal
Arquitecto
.

No hay comentarios: