SOLADOS
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El gran tema de la intervención desarrollada en la Plaza Solares, fue sin dudas el material empleado para el piso, convirtiéndola en uno de los peores ejemplos de contextualización patrimonial, ejecutado en nuestro país en los últimos años.
Pero si con la delirante idea de colocar una roca ajena a la tradición jesuítica cordobesa, violando la normativa vigente, no alcanzaba para arruinar por décadas la imagen del centro histórico de Alta Gracia, la falta de pericia empleada en su colocación convirtió a esta fallida obra en un muestrario de mamarrachos constructivos.
Por toda el área transformada pueden observarse piezas sueltas y manchas de concreto:
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Roturas y antiestéticas juntas resaltadas por el cambio de calidad y dimensión de las losas de pórfido:
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Desafortunados encuentros entre materiales de cualidades diferentes, torpes incorporaciones de viejos cordones de vereda:
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Irresueltos cambios de dirección en la modulación de la roca, forzada adaptación a los cambios de nivel con perfil curvo:
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Inexplicable mantenimiento de materiales originales de baja calidad en los desniveles (¿Acaso no se iban a eliminar todas las barreras para permitir una accesibilidad integral?):
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Coexisten materiales viejos con nuevos que están mal colocados y rotos sin respetar la lógica tecnológica que cada uno posee, hay interrupciones, resaltos, hundimientos, multitud de cuestiones irresueltas porque no han sido diseñadas sino que se improvisaron en la marcha.
En el ámbito privado, una construcción entregada en estos términos sería una estafa.
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El gran tema de la intervención desarrollada en la Plaza Solares, fue sin dudas el material empleado para el piso, convirtiéndola en uno de los peores ejemplos de contextualización patrimonial, ejecutado en nuestro país en los últimos años.
Pero si con la delirante idea de colocar una roca ajena a la tradición jesuítica cordobesa, violando la normativa vigente, no alcanzaba para arruinar por décadas la imagen del centro histórico de Alta Gracia, la falta de pericia empleada en su colocación convirtió a esta fallida obra en un muestrario de mamarrachos constructivos.
Por toda el área transformada pueden observarse piezas sueltas y manchas de concreto:
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Roturas y antiestéticas juntas resaltadas por el cambio de calidad y dimensión de las losas de pórfido:
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Desafortunados encuentros entre materiales de cualidades diferentes, torpes incorporaciones de viejos cordones de vereda:
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Irresueltos cambios de dirección en la modulación de la roca, forzada adaptación a los cambios de nivel con perfil curvo:
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Inexplicable mantenimiento de materiales originales de baja calidad en los desniveles (¿Acaso no se iban a eliminar todas las barreras para permitir una accesibilidad integral?):
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Improlijidades de todo tipo y a granel:
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Coexisten materiales viejos con nuevos que están mal colocados y rotos sin respetar la lógica tecnológica que cada uno posee, hay interrupciones, resaltos, hundimientos, multitud de cuestiones irresueltas porque no han sido diseñadas sino que se improvisaron en la marcha.
En el ámbito privado, una construcción entregada en estos términos sería una estafa.
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