sábado, 27 de noviembre de 2010

AVANCES 10

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En la trigésima tercera semana de trabajo, ya es posible anticipar los resultados finales de la intervención cuya designación original: "de unificación espacial y puesta en valor del conjunto jesuítico" parece no ajustarse al objetivo planteado.
Habilitado el empedrado de la calle España, se continúa en los tramos finales del correspondiente a la Avda Belgrano, concentrándose la mayor actividad en el área de la explanada del Reloj Público y su cruce con la Calle del Molino.
Se ha liberado al uso público el banco contínuo, que fue inmediatamente apropiado por la gente que antes se reunía en las pircas de la plaza, hecho que corrobora la vocación de dicha vereda como un espacio de descanso y contemplación que hubiera merecido mayor cuidado en su diseño y materialización, (resulta notable la improlija ejecución del hormigón).
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Las terminaciones poco precisas, los encuentros absurdos entre materiales tan disímiles como la anfibolita, la caliza y el pórfido hablan de un escaso control de calidad y falta de criterios para la resolución de ese detalle proyectual
La manifiesta hostilidad del equipamiento para el descanso (bancos de hormigón sin respaldos para los senderos internos de la plaza), demuestran la autoritaria voluntad de incomodar a los potenciales usuarios de la plaza con el fin de disuadirlos de una permanencia prolongada, una estrategia de diseño alentadora de la circulación fluída que caraterizó a los espacios públicos controlados y planificados por la dictadura.
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