viernes, 4 de junio de 2010

PUBLICACIONES 12

.
PLAZA EMBARRADA
.
Acabados los argumentos comienzan las injurias y en los textos que en el periódico Sumario del viernes 28 de mayo, flanquearon al de mi autoría, se pudieron leer variantes de la agresión, pero ningún aporte a la discusión sobre patrimonio.
Quien desde sus columnas ha cuestionado a los vecinos autoconvocados en vano puede esperar que el silencio lo legitime para seguir faltando a la verdad, mientras condena una valiosa experiencia participativa.
El reconocimiento no se impone, se conquista, y haber puesto mis conocimientos al servicio de los vecinos que lo solicitaron es prueba de ello.
Resulta paradójico que el profesor pretenda desautorizarme, porque no reconozco en él ninguna trayectoria que lo avale en el campo.
Habiendo contribuido al relevamiento del APPO, habiendo redactado artículos del Manual de Procedimientos (Ordenanza 4518), posee los suficientes antecedentes en el tema, además de trabajos expuestos en congresos.
Reducir lo patrimonial a un objeto de análisis científico insistiendo en las diagonales de la plaza, es propio de quien carece de conocimientos sobre lógicas proyectuales, paisaje urbano y arquitectura. Si el profesor hubiera leído los informes, habría aprendido que la eliminación de esas trazas iba a destruir un sistema de lugares consolidado, que el recorrido perceptual propuesto era limitado, y que las nuevas peatonales exigían la construcción de rampas para las sillas de ruedas, una contradicción a la premisa de accesibilidad igualitaria.
No pondré en consideración mi formación pedagógica ante este profesor, como integrante del sistema educativo sabrá que el mismo me habilita para ejercer la docencia. Sus prejuicios sobre mi capacidad son una señal de intolerancia, una bajeza comparada al juego de palabras que involucra mi apellido.
Ojalá pudiera comprender que NO NOS OPONEMOS AL DESARROLLO TURÍSTICO DE ALTA GRACIA, solamente no aceptamos un proyecto de supuestas oportunidades que quizás oculte ventajas para pocos, como en la Quebrada de Humahuaca, donde la declaratoria de la UNESCO, gestó un fenómeno de especulación inmobiliaria que está desplazando a sus habitantes.
.
Walter Villarreal
Arquitecto
.
Publicado en el número 412 del periódico Sumario
Viernes 4 de junio de 2010.
.

No hay comentarios: