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"A raíz de las expresiones vertidas en la sección Todas Las Voces, Todas del último SUMARIO, refiriéndose en forma despectiva a la Asamblea de vecinos Autoconvocados (AVA) y al arquitecto Walter Villarreal, caben algunas aclaraciones, principalmente a los vecinos: la AVA no se opuso a la remodelación en sí, sino que se cuestionó su oportunidad en cuanto al destino de los fondos. Una vez tomada la decisión de realizar la obra, y luego del estudio del anteproyecto (que incluía la tala del 80% de los árboles, una plaza seca y el centro de interpretación, entre otras iniciativas) presentamos un informe realizado por la museóloga Nilda Moreschi, de análisis y recomendaciones orientadas a que se revea el diseño. este anteproyecto fue reformulado: se preserva un mayor número de árboles, pero se reemplaza el diseño actual por otro que no tiene en cuenta los usos y costumbre locales. El espacio existente y su apropiación por los vecinos es sustituído por otro direccionado a poner en valor el Monumento Jesuítico, orientando de manera excluyente a los visitantes y permitiendo solamente aquellas actividades relacionadas con el turismo (se dicta una ordenanza de uso del suelo del área, que autoriza exclusivamente usos turísticos: nada de escuelas, administración, bibliotecas, viviendas, etc., solo hoteles artesanías y restaurantes de categoría)

De ser la plaza del pueblo pasa a ser un producto turístico, una mercancía de cambio para el "circuito turístico internacional".

A fin de modificar este último proyecto se elaboró un nuevo informe realizado por el Arq. Villarreal, se dieron charlas públicas, se creó un blog, se realizaron tareas de difusión en escuelas y convocatorias abiertas, finalizando con una representación a escala real, donde se dieron visitas guiadas explicando a todos el proyecto. Todas estas actividades contaron con la masiva participación de los vecinos.

Esta participación y la condena generalizada a los proyectos nos reafirmaron en nuestra postura, tanto es así que las autoridades reconocieron el error, y en actitud que la distingue, rectificaron la mayoría de las iniciativas cuestionadas, presrvando la estructura original. Lo único imposible de modificar fue el uso del pórfido como piso. La propuesta de piedra local, de superiores condiciones de resistencia y sustentabilidad económica y social, fue reiteradamente rechazada.

Finalmente hemos visto que un importante grupo de ciudadanos ha asumido esta responsabilidad: la de la ciudadanía, y han osado porponer a los pretendidos dueños de la historia, a los legionarios del discurso único, otro relato, otra manera de vivir y sentir la ciudad, que no pasa por las "marcas", el "mercado cultural" o la imagen para el "circuito turístico internacional". Los Nadies se atrevieron a cuestionar.

Nadie se opone al turismo, es más, bienvenidos los que nos visitan: personas antes que turistas, los de lejos y los de cerca, los de los colectivos y los de los aviones, los de las billeteras flacas y los de las tarjetas; proque todos nos dejarán algo, algo más que unas monedas, nos dejarán sus saberes, nuevas miradas, otros afectos y humildemente les daremos algo que no encontrarán en ningún otro lugar: algo de nosotros mismos y un "producto cultural" de folleto y marketing, en una plaza que tiene que ver con todos, con cnuestras vidas y nuestras historias."

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Javier Rojo

M.M.O

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Fuente: Sumario, viernes 4 de junio de 2010.

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