viernes, 15 de mayo de 2009

ANALISIS CRÍTICO 3

CIRCULACIÓN PEATONAL
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El esquema de circulación peatonal propuesto, prioriza iglesia y morada. La abolición de la diagonal original que conducía hacia el Tajamar, impide que este otro componente jesuita sea accesible desde la plaza. Se quiebra de este modo la continuidad de un sistema de lugares ya consolidado en la memoria colectiva.
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No se concibe la circulación peatonal como un recorrido perceptual sino como una procesión hasta el monumento, de este modo la plaza se convierte en un espacio de tránsito y no de permanencia.
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Las nuevas “falsas diagonales” proponen un recorrido rígido y unidireccional que descarta la sucesión de situaciones de los senderos originales caracterizada por ligeras variaciones en su orientación.
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No se justifica la distinción circulatoria entre peatones y sillas de ruedas, el extenso desarrollo de la rampa resulta ominoso para un proyecto de estas características, el diseño debería dar una solución integradora, estética y funcional.
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Las peatonales transversales demarcan direccionales en el piso orientadas hacia edificios indeterminados, no conectan sedes institucionales ni construcciones de interés arquitectónico.
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Remate visual de las peatonales transversales.
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Si la idea es integrar los bienes jesuíticos a través de un solado continuo, no se explica por qué el proyecto no interviene las veredas y espacios verdes aledaños a la morada y la iglesia.
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Desniveles que mantendrán su tratamiento material original
(La unificación de solado enunciada en el proyecto resulta ficticia).
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El diseño, no ha tenido en cuenta algunos accesos conflictivos como la escalinata y el patio lateral de la Casa de la Cultura, ni significativos como la Municipalidad, la Escuela Manuel Solares y hasta el Reloj Público.
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